martes, 10 de septiembre de 2019

DIARIO 11

Diario 11

Hoy ha sido un día de esos que se hacen largos y desmotivan. Germán, Patricia y yo llevamos días trabajando duro en Nuestra Pequeña República pero la autopublicación es más dura de lo que parece.

Hemos llegado a una nueva barrera: ISBN, Depósito Legal, Registro de la propiedad intelectual...
en definitiva DINERO (justo lo que no tenemos).

Esta siendo todo mas duro de lo que se preveía, es lo que tiene tirarse a la piscina sin saber nadar.

Las trabas administrativas (o como lo llama Germán "burocracia al estilo soviético") son siempre una pesadez a la par que una fuente de desesperación y desánimo.

Siempre que me encuentro en estos tejemanejes administrativos recuerdo al "Señor K" el protagonista de la obra "El Proceso" de Franz Kafka (si, ese por el que existe la expresión "que kafkiano es esto").

Kafka fue un escritor bohemio, y por bohemio me refiero a checo, especialista en cuentos y relatos cortos pero escritor tambien de novelas (entre ellas El Proceso).
Se caracteriza porque casi todas sus obras están inconclusas además de no apreciar su propio arte en las mismas hasta el extremo de llegar a pedir que a su muerte se destruyesen. (En ese sentido me recuerda a Juan Rulfo del que ya hablaré en otra ocasión).

El proceso es una novela angustiosa en algunos puntos y tediosa en muchos otros. Como toda obra de Kafka, hace al escritor colocarse en el lugar del protagonista, como espectador de situaciones desgraciadas.
El "Señor K" vive inmerso en un proceso judicial del que nunca sabe nada y que ,tras padecer una horrible e interminable burocracia", nada sabrá tampoco.

Pese a la "burocracia sovietica" seguiremos trabajando en nuestro "Proceso", Nuestra Pequeña República merece soportar esta Kafkiana via. 

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